Opinión: Survival Horror o la importancia de la ambientación

 

ambiente

Repasando los antiguos juegos de PS1 y PS2, encontré los primeros títulos de la Saga Resident Evil y el primer Silent Hill. Ello me llevó a plantearme la siguiente duda: ¿Qué hace a un juego de terror inolvidable? Algunos dirán que los enemigos, otros que la historia, y otros, entre los que me incluyo, aseguran que lo que hace a un juego de terror inolvidable es su ambientación. Existen muchísimos ejemplos en los que apoyar esta idea; ejemplos como los primeros juegos de Resident Evil, los Silent Hill, o películas como Nosferatu ( F.W. Murnau 1922) o El Exorcista (William Friedkin 193). En todos y cada uno de estos ejemplos existe un elemento que suele pasar desapercibido: la ambientación, o dicho de otra forma, la atmósfera en la que se desarrollan las historias que se nos cuentan. No obstante, dado que esto no es un blog de cine, del que mis conocimientos son prácticamente nulos, nos vamos a centrar en los videojuegos.

Empecemos, pues, recordando el lugar en el que ocurre la historia del primer Resident Evil:  Racoon City, una ciudad en la que, tras uno extraños sucesos, un grupo de policías es enviado a investigar lo ocurrido. Podemos observar un bosque oscuro y frondoso, en el que en cualquier momento puede surgir algún zombie, un animal infectado, etc., todo ello teniendo en cuenta que botiquines y munición no son precisamente abundantes. Toda esta mezcla hizo que los jugadores experimentáramos la angustia y el miedo. Noel miedo producido por los zombies, sino el miedo por el qué podría surgir de entre las sobras.

Pasmos ahora a Silent Hill, concretamente al título más famoso, Silent Hill 2, en el que encarnamos a James Sunderland, quien viaja al «pintoresco» pueblecito de Silent Hill tras recibir una carta de su difunta esposa en la que dice que le espera «en su lugar especial». Al inicio de la aventura, hemos de entrar en el pueblo atravesando una carretera olvidada en medio de la niebla persiguiendo a una niña cual Alicia al conejo blanco. Una vez en el pueblo, un horripilante ser, Pyramid Head, será el origen del terror de los jugadores, que nos veremos obligados a huir  de él hasta prácticamente el final de la trama.

Recapitulando, tenemos un bosque oscuro lleno de zombies y criaturas mortíferas de un lado, y un pueblo de pesadilla envuelto en una densa niebla por el otro. Como todo el mundo puedo observar, ambos escenarios son claros reflejos del terror más antiguo de la psique humana: el terror a lo desconocido. Ambos escenarios cuentan con un ambiente hostil aderezado con la incertidumbre por parte del jugador de si el próximo movimiento que realicen será el último. He aquí lo que hace grande a un juego de terror, un buen Survival Horror. Por desgracia, hasta la salida de Resident Evil VII, que ha vuelto a las raíces de su propia franquicia, el mundo de los videojuegos de terror se han basado en una simple sucesión de Screamers y Jumpscares, dejando de lado una buena ambientación y no dejando libertad de exploración al jugador, lo que reduce muy drásticamente, a mi parecer, la experiencia de tensión y agobio a los que nos tenían «acostumbrados» allá por los 90’s-2000’s.

Comentarios

Deja un comentario