Retro Análisis: Okami

Lanzado en 2007 para PS2 y desarrollado por Clover Studios bajo la supervisión de  Capcom, e inscrito dentro del género Acción-Aventura,  Okami cuenta una de las aventuras de la diosa sintoísta Amaterasu quien, encarnada en un lobo blanco, deberá recorrer una época ficticia en la amplia historia de Japón con el fin de restaurar la belleza corrompida por los Yokai, nombre por el que se conocen los espíritus y demonios típicos del Folcklore  nipón.

La apariencia de Amaterasu no es un lobo por nada, ya que los desarrolladores quisieron hacer un juego de palabras con el propio título del juego que, escrito en japonés, su Kainji puede significar dos cosas dependiendo del orden en que se escriban sus trazos:

• Gran deidad, ya que Amaterasu es, de hecho, una de las grandes deidades de la religión sintoísta. Esta religión está presente en todo el territorio nipón. Su panteón de dioses se basa en los llamados kami, espíritus de la naturaleza, de los que Amaterasu es la diosa del Sol y, por ende, su deidad más sagrada.
• Lobo, forma que adoptaría por ser una forma más común y conocida por todos los nipones.

Okami cuenta con una excelente banda sonora compuesta por el compositor nipón Masami Ueda, compositor de otras grandes bandas sonoras del mundo de os videojuegos como la de la saga Resident Evil (Biohazard), Bayonetta o Devil May Cry. Ésta se remata con un estilo gráfico fuertemente inspirado en la acuarela y en el grabado sobre madera tan típico del Arte japonés. Por ello, Okami está animado al más puro estilo Cell-Shading

No obstante, aun contando con varios remakes y porta a otras consolas posteriores (Wii 2009 y PS3 2012) y esperando una nueva presencia en la biblioteca de las consolas actuales, Okami pasó por occidente sin pena ni gloria, probablemente debido a las fuertes raíces orientales que presenta. Raíces que, comúnmente son desconocidas por el público occidental. Por ello, en estos últimos años, éste se ha convertido en un título de culto. Título que, en mi humilde opinión, merece ser rescatado del olvido, ya que, gracias a él, podremos ser capaces de conocer una de las culturas más antiguas, extensas e interesantes del mundo actual.